En esta ocasión, quiero compartir contigo una reflexión sobre las expectativas de hacer ejercicio y la motivación de compartirlo.
Aunque hago crossfit desde hace más de diez años (2012), empecé a ser coach en 2019. Antes de eso, daba talleres de movimiento más enfocados en danza contemporánea y, tanto para unos (gente que hacía crossfit), como otros (bailarines), el crossfit y la danza parecían formas incompatibles de entrenar.
Yo no sentía incongruencia alguna haciéndolo, pero la disonancia atrajo mi curiosidad y me ha ido enseñando que esbozar puentes entre disciplinas y sistemas de entrenamiento para compartir con otros es un reto más complejo de lo pudiera parecer en la práctica. No basta con ejecutar y repetir movimientos. Implica más tiempo del previsto y siempre desconfía de las apariencias. Tampoco son suficientes las reflexiones sobre lo hecho, hay que volver a probar cada vez. Y este proceso es algo que voy disfrutando más y más.
Durante mis diez años como tallerista/coach, he ido aprendiendo que cada cuerpo tiene una historia y, si no estamos dispuestos a reconocer de dónde venimos y dónde estamos como un punto particular de partida, las probabilidades de consolidar el hábito de hacer ejercicio en el largo plazo son muy bajas. Dicho de otro modo, seguir recetas de ejercicios, dietas o alguna combinación esperando resultados extraordinarios sin tomar en cuenta los contextos — el del régimen en cuestión y el propio —, y sin comprometerse con — el proceso de — uno mismo más allá de las expectativas, es una desilusión anunciada.
Descubrir rutas hacia un cuerpo más habitable
Desde Cracs Fit, uno de mis objetivos es poder ofrecer planes de entrenamiento que puedan adaptarse a distintos cuerpos, ayudarte a ser más fuerte, ágil y consciente pero, que al mismo tiempo, nos permita desarrollar un aprendizaje práctico en el que más personas se puedan apoyar para ser más fuertes, ágiles y conscientes en comunidad. De ahí nuestra misión: rutas hacia un cuerpo más habitable.
Porque no todos queremos ir al mismo lugar pero, estoy seguro que todos queremos llegar en las mejores condiciones posibles, acompañando a los nuestros el mayor tiempo posible. Así que esta determinación íntima y compartida es uno de los fundamentos pedagógicos de Cracs Fit: además de lo evidente, ¿qué más podemos aprender moviendo nuestro cuerpo?, ¿Cómo hacer de un proceso de entrenamiento una práctica personal sostenible y común?
Antes de lanzar formalmente Cracs Fit (Julio 2024), me preguntaba constantemente: ¿Qué me motiva a hacer ejercicio y cómo eso podría beneficiar a otros? Este es el inicio de mi respuesta.
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